Sí, las vacaciones, el cambio de ambiente y el cambio de rutina nos renuevan, ¡pero no nos cambian! Podemos sentirnos descansados, pero no exageres.
Si vienes de nivel del mar, y vives a una altura promedio de máss de 1,300 metros de altura, tómalo con calma, especialmente si saliste más de 10 días, pues puedes sentir mareos, palpitaciones, y falta de aire. Esto se debe al soroche, o mal de altura.
Si vives en lugares como La Paz, Quito, Cuzco, o Bogotá, hay que tomar la llegada con calma, o te puedes sentir muy mal. Quédate tranquilo el primer día completo, en lo posible, o toma lo que uses para el dolor de cabeza, toma mucha agua o un agente hidratante, o usa un remedio milenario, el té de coca, usado por los nativos de estos picos.
Vuelve a tu rutina, pero hazlo con tranquilidad, tomate tu tiempo para llegar a tu mejor desempeño. Oye a tu cuerpo, y toma descansos cortos, y ajusta tus actividades según como te sientas. Acuérdate que debes saber ser flexible y ajustar tus actividades según como te sientas.
Hazte un seguimiento de rendimiento y horario manteniendo una bitácora donde apuntes hora, animo, energía, rendimiento, y disposición. En menos de eso te darás cuenta de cuál es tu horario de más rendimiento, para así saber organizar tu trabajo adecuadamente, y tendrás las pautas claves para poder ser más eficiente y efectivo.
Apóyate en herramientas y recursos: existen herramientas tecnológicas y dispositivos que te ayudan en el desarrollo de tu trabajo. La inteligencia artificial también te puede ayudar, pero tienes que aprender a usarlos, y distinguir como y para qué lo puedes usar, y para esto debes capacitarte, o aprender. Pero esto depende de ti.
Tu rutina no debe ser en función del trabajo. Debes cuidar tu bienestar emocional, incluyendo actividades que te gusten, pues esto es muy importante para tu disposición y bienestar general. El estrés es una constante en la vida laboral, y para manejarlo, busca prácticas como el ejercicio, la meditación, respiración consciente y relajación.
Haz actividades que disfrutes, que te alegran la vida y te ayudan a mantenerte bien. Conversa y socializa con tus amigos, lee libros, escucha música y, si puedes, baila, aunque sea sentado, Verás lo bien que te sientes después.
Reflexión Final
Volver a la rutina después de un descanso puede ser un proceso desafiante, pero también una oportunidad para implementar cambios positivos. Con planificación, flexibilidad y apoyo, es posible encontrar un equilibrio que te permita llevar una vida plena y satisfactoria, respetando siempre las necesidades de tu cuerpo y mente.
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