A mí me tomó años asimilar mi diagnóstico de Esclerosis Múltiple, y de cierta forma, este proyecto también es parte de mi proceso. Y por eso, les agradezco que me acompañen. Me parece mucho más fácil procesarlo cerca a otras personas que sé que me comprenden.
Inicialmente, nadie sabía que tenía diagnosticado EM. Yo esa información no quería compartirla porque en ese momento ni yo sabía cómo explicarlo, y lo poco que entendía, no quería tener que comentarlo. No quería que nadie me mirara con cara de pobrecita, con lástima, porque la explicación suena horrible, y yo no quería procesarlo o pensarlo.
Pasé muchas noches despierta, estaba con una alta dosis diaria de cortisona, que no me dejaba dormir. Esas largas noches, me las pasaba enfurecida con mi cuerpo por hacerme esto, con mi mente por estar saltando de un pensamiento a otro y no poderme concentrar ¡ni en un panfleto!
Yo veía mi futuro, que un año antes era un bloc limpio para dibujar un futuro con mucho potencial, muchos proyectos, todo mi porvenir que comenzaba con que yo estaba a punto de llegar a la escuela secundaria, como si se hubiera chupado por un agujero negro que entró en mi perspectiva y se adueño de mis sueños, mi seguridad y mi futuro.
Mi mundo se acabó y yo no veía más que un futuro incierto y no muy bonito. No podía imaginarme que iba a ser de mi vida, pues mis ataques me dejaban hemiplégica, casi ciega, y con un yunque por cerebro. No estaba con ningún tratamiento, pues solo me daban cortisona para reducir la inflamación, pero esta no trataba la enfermedad de fondo.
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Entonces, no veía fin a esta tragedia. Y no veía cómo podía hacer ningún plan futuro, pues no sabía qué me traía el próximo episodio. Hasta unos años después, no sé exactamente cuántos años pasaron, decidí, sí, decidí, pues esto requiere poner de parte personal, que no podía dejar que la EM, me definiera. No iba a dejar que mi vida se acabara y tenía que seguir viviendo.
Resolví que, aunque la vida me ponga obstáculos, no ameritaba no vivirla, sino que iba a aprovechar al máximo las oportunidades que esta me ofrecía. Y lidiar con las recaídas una a la vez, siendo que no veía mejores alternativas, y no había mejor opción.
A medida que fui aprendiendo a comprender lo que pasaba en mi cuerpo después del diagnóstico de Esclerosis Múltiple, lo que molestaba mi sistema nervioso, visto en retrospectiva: como el estrés y la falta de sueño recuperador. He tratado de no mantener jornadas largas y estresantes con mala alimentación, pues esto fue uno de los primeros indicios que me dio la EM.
El medicamento, y las citas médicas con un neurólogo hicieron en mí una gran diferencia, pero eso no lo hice hasta que tenía 30 años. Esto me cambio todo. Fui medicada adecuadamente. Me sentía vista y oída. Y empecé a temerle menos a la vida. Así fue entonces que comencé a entender y a procesar mi diagnóstico, no ha sido para nada un camino fácil y sigo luchando todos los días de mi vida.
Al leer tu historia me sentí reflejada, pero aún estoy luchando con la aceptación, espero llegue en algún momento.
Me alegra que hayas encontrado mi blog! Espero acompañarte y apoyarte en todo este proceso que implica esta condición! Escríbenos cuando quieras.